Esta semana nos ha entrado un woofer de la firma Scan Speak, muy utilizada por la británica Proac – que es donde proviene esta unidad, que aparentemente y visualmente está perfecto, pero no funciona, no tenemos sonido.
En primera instancia nos tememos que todo el problema venga de la bobina y una comprobación con el multímetro así nos lo cofirma. Toca desarmar dicha unidad. Para ello hay que levantar la suspensión, de goma en este caso, que facilita el trabajo. La parte más delicada es levantar la “suspensión Spider” y preferentemente, sin dañarla. Paciencia y poco a poco lo hacemos, así que ya tenemos por una parte la “araña” y por la otra el conjunto bobina-suspensión-cono.
Aquí podemos ver las partes separadas. Procedemos a buscar donde tenemos la interrupción en la bobina. Casualmente está prácticamente en la trencilla. Desarmamos este punto y le quitamos una vuelta a dicha bobina, volviéndola a conectar a dicha trencilla. De esta manera tenemos la bobina recompuesta.
Toca ahora volver a “desandar lo andado”, es decir, una vez la bobina recompuesta, nos toca volver a colocar todo el conjunto en la araña, centrar dicha bobina, ya que si no lo hacemos, el conjunto distorsionará. Detalle de la bobina, con el terminal de la misma con una vuelta menos. A punto para ser montada en su espacio original.
Comprobación de la continuidad de la bobina. Podemos ver la lectura en el multímetro que la continuidad es óptima.
Encolado suspensión Spider (la amarilla, la inferor), así como la suspensión tal y como la conocemos de la parte superior. El detalle del papel es para el óptimo centrado de la bobina. Antes podíamos utilizar, o bien las radiografías que nos entregaban en los hospitales, así como los carretes de fotos. Iban perfectas. En la actualidad en ambos casos no disponemos de ellas, ya que han pasado a mejor vida. Utilizamos papel, ya que también va muy bien para centrar la bobina.
Con anterioridad hemos levantado el Dust cup para acceder al espacio – entrehierro – entre la bobina y el propio imán. Todo para que no “rasque”. Una vez colocado el Dust cup, solo nos queda comprobar su óptimo funcionamiento.
Solo nos queda – en este caso – empaquetarlo correctamente, siempre con la protección adecuada – y devolverlo a cliente. Ya tendrá la parte de los medios-bajos funcionando de nuevo.
