Más de 400 millones de personas en todo el mundo escuchan radio cada día. Es una de las maneras más económicas y fáciles para que la gente de todas las clases sociales tenga acceso a noticias, música y entretenimiento. En Tivoli Audio queremos explorar las formas en que la radio ha influido y afectado la cultura popular, los hábitos de escucha y las opciones de estilo de vida de las generaciones durante el siglo pasado. ¿Qué mejor manera de empezar que con una breve reseña de la historia de la radio?
La primera emisión de radio sindicada transmitió durante la Nochebuena del año 1906 y ofreció actuaciones de violín y lecturas bíblicas. En estos primeros años, las emisiones de radio eran en gran medida un medio de servicio, proporcionando información relevante y útil como noticias y tiempo para aquellos que la estaban escuchando. Dentro de una década hubo iniciativas gubernamentales para poner las radios en manos de tantas personas como sea posible, con cientos de miles de sencillos y baratos «construye tú mismo» kits de radio de cristal enviados a todo el país.
La radio comercial se hizo cada vez más popular en los años 20, anunciando lo que se conocería como la «edad de oro» de la radio. Los sistemas de radio se convirtieron en la pieza central de la casa alrededor de la cual toda la familia se reunia, y las consolas de entretenimiento en casa a menudo se construyeron con componentes de radio incorporados.
La programación de radio de las décadas de 1920 y 1930 estableció el formato típico para espectáculos de variedades, programas de cocina, seriales de misterio y telenovelas que eventualmente fueron cooptadas por otras formas de entretenimiento y medios de difusión como la televisión. Betty Crocker incluso tenía su propio show donde compartiría sus consejos y trucos de cocina para las amas de casa en todo Estados Unidos, y el presidente Roosevelt era famoso por su sincero «Fireside Chats» para el público estadounidense todos los sábados por la noche.
El surgimiento de la música pop y programas de música «top of the chart» a finales de la década de 1950 y principios de la década de los 60 explicó el fin de los programas de radio sindicados. Estos nuevos formatos crecieron en popularidad junto con el auge de la cultura juvenil y la creciente ubicuidad de la radio portátil. Música y noticias se podían oír en cualquier área de la vida – en el hogar, en el lugar de trabajo, en el coche, o incluso mientras paseaba. Fue también durante este período que las discográficas se dieron cuenta del potencial de la radio para atraer a los oyentes a comprar singles o LPs. A finales de la década de 1970, el formato «Top 40» popularizado por el emblemático show británico Top of The Pops era el estándar en prácticamente todas las estaciones de radio enfocadas en la música.
Después de la popularidad de la cinta de cassette durante la década de 1980, muchas personas comenzaron a grabar sus canciones favoritas directamente de su radio en el cassette, lo que pronto se denominaría coloquialmente como una mezcla de cinta. Esta práctica se conocía como «doblaje casero» y fue ridiculizada por la industria de la música y condenada como una práctica que «mataría» la música, una retórica que en 2017 todavía escuchamos de la industria de la música – esta vez en términos de descargas ilegales y Piratería de la música.
El número de formatos de medios disponibles para las personas que consumen creció exponencialmente a principios de los años 2000. Con la llegada de los reproductores de MP3, servicios de streaming digital y dispositivos todo en uno, es más fácil que nunca para el consumidor acceder a sus medios de comunicación. Con la nueva tecnología permitiendo la facilidad de acceso para todos los medios en todo momento, los tiempos fijados y los horarios de las estaciones de radio y la inhabilidad para que los oyentes oigan sus programas preferidos en cualquier momento se convirtieron en problemáticos. Este problema fue resuelto rápidamente después de la introducción de podcasts. Prácticamente todas las estaciones de radio que producen programas semanales o diarios también lanzan sus shows en formato podcast, permitiendo a los oyentes escuchar sus programas favoritos en cualquier momento.
El mercado de los medios se ha sobre saturado. La radio ya no es la opción inmediata como un modo de escuchar el audio, con servicios de streaming digital y reproductores de MP3 las opciones de facto para muchas personas. Sin embargo, hay más de 400 millones de personas en todo el mundo que aún sintonizan sus emisoras favoritas, a pesar del exceso de opciones de los medios de comunicación. Las radios maravillosamente diseñadas han vuelto con mucha fuerza, representando una opción consciente y nostálgica del estilo de vida. El énfasis en el diseño tiene raíces profundas en la historia de la radio.
